Papeles en orden

papeles en orden

Hace años, más de 15, la cooperativa me entregaba el Certificado de Extinción de Deuda de un departamentito; luego vino todo el papeleo con abogados, en Derechos Reales, en la alcaldía y no sé qué cosas más… al final, después de ir de un lado a otro, semanas, logré tener todos los papeles en orden.

¿Qué vino después? Lo lógico, ¿no? Pagar por los servicios, pagar por los gastos de la urbanización y, claro, los impuestos… nunca hay que olvidar lo que dijo Benjamin Franklin: “En la vida solo hay dos cosas seguras: La muerte y pagar los impuestos”.

Entonces, si uno cumple lo anterior, ¿todo bien? Pues, ¡no! En algún momento, no sé de cómo, los papeles que estaban en orden se desordenaron…

En septiembre del año pasado tenía que hacer unos trámites y debía indicar que bienes poseía, cuando puse el departamento me preguntaron si tenía los papeles en orden, yo les dije que por su puesto, yo era el único dueño… así que quedé sorprendido cuando este bien fue rechazado porque sus papeles no estaban en orden.

Después de 5 meses, con una abogada-tramitadora contratada y más de 7 mil bolivianos gastados, creo que por fin vuelvo a tener el departamento con sus papeles en orden… sí, ¡7 mil bolivianos!… sí, ¡5 meses!

Cuando le comenté de esto a mi papá, él me dijo que justo se le ocurrió hacer lo mismo con su casa; él va más de un año en el proceso y con más o menos el mismo gasto. ¡Increíble!

Bueno, averiguando un poco más, la cosa es así: Cada que se le ocurre a la alcaldía, gobernación o gobierno central, normalmente cuando hay cambios de autoridades, sacan una nueva normativa para “mejorar nuestra calidad de vida” u “organizar mejor el estado” o “legalizar algo ilegal que existía” o “lo que se les ocurra”; y nosotros los ciudadanos debemos ponernos al día con esas normativas porque son obligatorias…

Discúlpenme, pero, ¡yo no estoy de acuerdo en eso! ¡No señor! No estoy de acuerdo en poner en orden algo que yo no he desordenado:

Si los papeles de mi casa, auto o lo que sea, están un día en orden, al día siguiente no pueden estar en desorden porque a alguien se le ocurrió una nueva norma.

Bueno, en realidad, si pueden terminar en desorden, pero, si una nueva norma desorganiza algo que estaba en orden, entonces:

  • Los gastos de poner los papeles en orden deben ser cubiertos por quién desorganizó lo que ya estaba organizado.
  • El esfuerzo que conlleve poner todo en orden debe ser realizado por quién desordenó lo que estaba en orden.
  • Y, por último, el tiempo que se tarde en ordenar todo lo desordenado no debe interrumpir de ninguna manera al ciudadano que tenía todo en orden.

Sí, lo anterior parece un trabalenguas, pero así no más debe ser: No es responsabilidad de los ciudadanos ordenar algo que estaba ordenado y que alguien desordenó. Si mis papeles están en orden, así se quedan de hoy y para siempre.

No sé en qué momento los bolivianos nos hemos dejado meter los dedos a la boca por los que están en el poder, algunos dicen que fue en el último gobierno transitorio, otros dicen que fue en los últimos 14 años, otros seguro que dirán desde el neoliberalismo… pero casi estoy seguro que esta historia de sumisión viene desde un 6 de agosto de 1825.

Cuando un gobierno, al nivel que sea, no tiene recursos para pagar los miles de puestos de trabajo que han creado para dar cabida a los que hicieron campaña por ellos, cuando no tienen plata para cubrir lo mínimo, cuando se ven con los bolsillos vacíos, se les ocurre una nueva norma que es, casualmente, igual que otras de años anteriores, y nos la clavan a nosotros los ciudadanos… el mejor ejemplo es el de las casas y su saneamiento, ¡no sé cuantas veces ya hemos empezado a hacer saneamiento de nuestras viviendas! Todas empezamos, nunca se terminan y llega el próximo alcalde y dice “ahora sí” y empezamos de nuevo, con los típicos timbres, las clásicas 2 fotocopias de carnet, las miles de horas hombre en horario de oficina, porque claro, los funcionarios públicos no trabajan en otro horario y empezamos de nuevo… ¡Ya pues!

Mejor ni menciono la cantidad de dinero que se van en las “agilizaciones” para que tu folder suba en la pila de miles de trámites de las casas, autos y terrenos que un día tuvieron sus papeles en orden y que hoy, por algún vivo, están todos en desorden.

Y bueno, ya me descargué… seguro que este texto tendrá unos 10 likes… ¡y nada más!

Mejor voy preparándome, ahorrando, porque no quiero ni imaginar la cantidad de dinero que deberé pagar por mi casa que tanto me costó tener, que tantas horas de trámites al inicio tuve que realizar… y todo para tener mis papeles en orden… en un orden que seguro ya se desordenó.

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