Hace un par de días murió Chester Bennington, vocalista del grupo de rock Linkin Park, y no pude dejar de preguntarme: “¿Nuevamente? ¡La pucha! No ha pasado ni un año y otro rockero se suicida”. ¿Cuál fue el motivo? Depresión, la maldita depresión, la enfermedad de nuestra época.