Hoy, primer día hábil del año, quisiera regalarte una verdad que muchas veces pasamos por alto: Nuevo año, nuevo inicio.
La mayoría de nosotros, entre lo termina un año y empieza el otro, nos concentramos en definir objetivos que quisiéramos cumplir hasta el siguiente diciembre… pero nos olvidamos que para avanzar primero debemos aligerar nuestro peso; y no, no estoy hablando de los kilos que te has propuesto perder, estoy hablando de todo aquello que ha pesado en tu vida hasta el día de hoy.
Así que no hablo de cosas externas como tus posesiones, tu trabajo, tus títulos, tu peso o tu apariencia; sino que hablo de todo lo que tienes dentro tuyo…
A lo largo de nuestra vida hemos ido cargando nuestro interior de pequeñas (o grandes) cosas que con el pasar de los años se van convirtiendo en un lastre que no nos permite avanzar. Cosas como las peleas con tus padres o tus hermanos, cosas como lo que alguien te rompió el corazón y nunca pudiste reponerte, cosas como el error que cometiste y que sientes que cualquier momento alguien lo descubrirá y tu vida se vendrá abajo, cosas como el maltrato verbal y/o psicológico que es propinado por la persona que en teoría debería amarte… sí, esas cosas que están dentro de tu vida, que solo tú las conoces y que cuando pretendes hacer algo, no importa qué, siempre vienen a tu recuerdo, salen de tu interior y paralizan o relentizan tu andar en la vida.
Hoy, primer día hábil del año, quiero que te des cuenta la maravilla que implica el inicio de un nuevo año… porque hoy puedes decidir soltar todo ese peso y empezar de nuevo.
- Tus padres, tus hermanos, toda tu familia te quieren… y te quieren no por lo que eres, ni por lo que dices, ni por lo que tienes; te quieren porque entre tú y ellos existe un lazo que no podrá romperse nunca. Asín que está demás que estés enojados con ellos, lo más probable es que ellos te extrañen. ¡Búscalos! Y aligera el peso.
- No importa lo que te hayan dicho o como te hayan ofendido, al final, todo lo que te dijeron no es más que la percepción que alguien tiene de ti. ¡No es tu realidad! ¡No eres tú! Es lo que alguien piensa de ti… así que olvídalo… lo más seguro es que esa persona ni se acuerde e, incluso, se pregunte que fue de tu vida. ¡Avanza!
- No importa el error que cometiste, lo que hayas hecho, ¡ya paso! Todos en la vida nos equivocamos y, lo mejor, todo en la vida pasa y se perdona; entonces, ¡perdónate! Y empieza nuevamente… vuelve al lugar de donde te fuiste o empieza en un nuevo lugar, pero recuerda, la metida de pata que tuviste, un solo error, ¡no te define!
- No sigas amando a quién abusa de ti, no fuiste creado para ser abusado, no naciste para que alguien te denigre… hay muchas personas que te aman, y ese (o esa) que te dice que nadie te amará, ¡te miente! Te aseguro que hay varias personas por ahí que quisieran estar contigo.
Hoy, primer día hábil del año, recuerda que… el inicio de un nuevo año puede resumirse, y muchas veces solo debería resumirse, a empezar de nuevo.
Un nuevo año, un nuevo inicio… recuérdalo 😉