A días de las elecciones, aún recuerdo esa noche en que Evo Morales, llorando, subía a un avión y se iba lejos de Bolivia. Habíamos parado durante 21 días, aguantado todo tipo de ataques; tuvimos heridos, muertos, ciudades destrozadas; algunos pelearon en las calles, otros peleamos buscando pruebas, haciendo análisis de datos, descubriendo esas pequeñas e incontables anomalías que indicaban que hubo un fraude en las elecciones; tuvimos héroes, muchos héroes, que con cada acción nos recordaban que nosotros íbamos con la verdad… al final, recuperamos Bolivia.
Lastimosamente las cosas no terminaron ahí. Los masistas que quedaron, tal cual ratas, empezaron a negar a su partido, a su líder y a renunciar; algunos buscando desestabilizar al país, muchos diciendo que ellos nunca quisieron ser masistas y una minoría llorando en silencio porque su elegido, el Evo, fue derrotado… al final, igual recuperamos Bolivia.
Un gobierno transitorio fue elegido, nuevas caras aparecieron, pusieron orden y empezaron a alistar todo para unas nuevas elecciones… todo indicaba que sí habíamos recuperado Bolivia.
Pero como siempre ocurre en mi patria querida, los intereses de aquellos que probaron el poder de casualidad, que piensan que por estar en un puesto jerárquico del estado son dueños y no servidores, los empujó a lanzarse a la presidencia. Pero no solo ellos, algunos de los personajes más visibles en los 21 días pensaron (les hicieron creer) que solitos hicieron huir al dictador y que, por tanto, un mandato divino los empujaba a “salvar a la patria”, así que también se lanzaron a las elecciones… y la recuperación de Bolivia empezó a tambalear.
Ahí terminó la mano dura contra los masistas que quedaban. Para no ganarse enemigos que les pudieran costar votos, el gobierno no terminó el trabajo que el pueblo les encomendó e inexplicablemente dejaron que el MAS se articule de nuevo… para completarla, llegó la pandemia que mostró en unos meses la incapacidad de los nuevos gobernantes y nos recordó a los bolivianos que, al final, todos los políticos son iguales, que en todos lados hay buenos y malos, que lo único que podemos y debemos cuidar los ciudadanos es nuestra libertad y, muy importante, recordar que: “A los pañales y a los políticos se los debe cambiar seguido y por el mismo motivo”.
Y así, muchos que no existían antes de los 21 días, se adueñaron de la lucha de todo un país, se adueñaron de la lucha de ciudades, poblaciones y barrios que ni siquiera conocen; se dijeron a si mismos: “Es mi momento”. Y sin dudarlo, olvidándose que hoy existen solo por las circunstancias, sin siquiera pensar en el daño que ocasionarían, se lanzaron a la carrera presidencial.
¿Saben? No es su momento, ¡es el momento de TODOS!
Este domingo de elecciones, a eso de las 8 de la noche, sabremos que el momento ha llegado: O logramos reducir a su mínima expresión al masismo que durante años ha traído corrupción, narcotráfico, persecución, luto y dolor a nuestra patria… o los masistas nos demuestran que su unión, incluso siendo una minoría, es más fuerte que todos los que estamos desunidos.
¿Piensan que estamos eligiendo presidente? ¿Aún piensan que este domingo estamos eligiendo entre centralismo o autonomías? ¿En serio piensan que estamos eligiendo entre un camba o un colla? ¿Creen que nos estamos jugando para ver quién nos sacará de la crisis que se avecina? ¡Por favor! ¡Estamos eligiendo cortar de raíz el populismo masista para tener una Bolivia libre en el futuro!
¿Lo entienden?
Hoy el MAS está cerca de ser gobierno en primera vuelta, ¡cuando ni siquiera debería existir! Hoy el MAS está cerca del palacio de gobierno gracias a la división que estos personajes han causado.
¿Se dan cuenta lo que va a pasar si el MAS vuelve a gobernar? Sí, muchos dicen que eso no ocurrirá, ¡pero no es lo que muestran los números! Y si ahora vienen a decirme que las encuestas están manipuladas, que todo es un engaño, yo les hago una pregunta y quiero que piensen bien la respuesta, piensen muy bien la respuesta:
¿Por qué creen que el gobierno ha declinado su candidatura si es que tenían TODO el aparato estatal a su disposición para hacer propaganda tal cual la estuvieron haciendo los anteriores meses?
La respuesta es terrorífica. Ellos saben que las encuestas muestran una tendencia real que solo puede ser eliminada si es que la mayoría de los votos se concentran en una sola candidatura. ¡Claro que tienen miedo! Claro que han declinado ir a la presidencia, porque ellos también saben que el monstruo sigue vivo, que nunca pudieron matarlo y que solo está esperando subir al poder para cobrar venganza… así son los masistas, ¡a ellos no les tiembla la mano! ¿O ya se olvidaron todo lo que han hecho?
Así que, el voto de este domingo no elige un presidente, un mesías; en realidad, elige el no tener nunca más al MAS… la única manera de lograr eso es que cada voto reduzca la posibilidad de que el MAS sea gobierno, que cada voto reduzca asambleístas masistas, que cada voto quite poder al masismo; la única manera de lograr eso es votando por el segundo en encuestas, ¡matemática simple!
Y al final, luego de haber derrotado al MAS en las urnas mostrando que somos una mayoría, las metidas de pata que vaya a hacer el que sea elegido, los errores que tendrá (porque sí los tendrá), los solucionaremos todos los bolivianos de la forma que siempre debió ser: ¡Unidos y libres!
Y ahora, dime: ¿Por quién votarás?