Las notas no definen tu inteligencia

No sé, debe ser porque yo siempre he sido medio nerd que cuando leo cosas como “las notas no definen tu inteligencia” me molesto. Yo sé que las notas no definen tu inteligencia, pero también sé que tu inteligencia no define tu éxito. Lo que define tu éxito es tu trabajo, ¡simple y claro! Si trabajas duro, sin bajar los brazos, de una manera metódica, casi puedo prometerte que tendrás éxito.

Salir bachiller dista mucho de ser complejo y difícil, lo único que debes hacer para salir bachiller es ir a clases, hacer tus tareas y estudiar un poco… así que sí tienen razón, las notas de colegio no definen tu inteligencia, digo, no se necesita ser muy inteligente para pasar de curso. Entonces, ¿qué ondas con las notas? Pues ellas son una medida, la más objetiva hoy en día, para determinar si una persona va y llega a hora al colegio, si cumple con sus trabajos, si atiende y entiende lo que se le trata de enseñar, si es capaz de recibir órdenes y ejecutarlas, si puede interactuar con otras personas, si es capaz de administrar su tiempo y estudiar solo en casa sin que esté el profesor encima de él. Por tanto, las notas no definen tu inteligencia, lo que definen es si eres trabajador y si puedes hacer las cosas por ti mismo. ¿Tienes malas notas? Preocúpate, porque puede que seas muy inteligente, pero eres un flojo y eso solo trae un resultado: fracaso.

De una cosa si podemos estar seguros, de 10 alumnos buenos es muy probable que 8 sean profesionales buenos, así como de 10 alumnos malos es muy probable que 8 sean profesionales malos. No es por la inteligencia que ellos tengan, es por los hábitos que les fueron inculcados desde niños. Por eso es sorprendente conocer a alguien que era bueno de niño ser malo de grande, o que era un desastre de niño ser bueno de grande… ocurre, pero no son la regla, son la excepción.

Así como en el caso de las notas, últimamente he estado viendo en las redes sociales un montón de hechos-consejos que lo único que sirven es para que la gente que tiene malos hábitos crea, de manera equivocada, que ese su mal hábito es un signo de que será alguien grande en el futuro.

“Los genios duermen hasta tarde” es una de ellas. Esta afirmación nace del estudio realizado por el psicólogo Satoshi Kanazawa donde afirma que las personas trasnochadoras tienen un coeficiente intelectual por encima de la media, pero lo que nadie lee es que el mismo estudio también afirma que las personas trasnochadoras son también más irracionales que aquellos que duermen de manera adecuada. Y ojo, el estudio esta centrado en las trasnochadas y, por lógica, quien se trasnocha despierta más tarde porque su cuerpo debe recuperar energías, ¿se dan cuenta cómo han volcado el titular? De un estudio de trasnochadores lo han convertido en un estudio de dormilones.

A todos nos gusta quedarnos en cama de vez en cuando, seguir durmiendo o ver televisión mientras seguimos disfrutando de nuestras sábanas sin que nadie nos moleste. Bueno, no a todos, personalmente yo no le encuentro chiste, pero eso es tema de otro artículo. Si a ti te gusta hacer eso todos los días, si no eres capaz de levantarte sin que algo o alguien te repita que debes hacerlo, si es que todos los días puedes llegar a medio día durmiendo sin ningún problema, déjame decirte que distas mucho de ser un genio y lo que en realidad eres es un vago.

“Tener faltas de ortografía puede ser señal de inteligencia”, ¡ay Dios! Éste sale de otro estudio realizado por Tom Stafford, de la Universidad de Sheffield en Inglaterra, donde él claramente dice que las personas que escriben se concentran en lo que están tratando de transmitir y como la escritura es algo ya automático a nivel cerebral, el escritor pasa por alto los errores ortográficos que comete. Es decir, tu cerebro esta produciendo algo nuevo y destina toda su concentración en convertir tus ideas en palabras que puedan ser entendidas por los demás (déjenme decirles que eso es bien difícil, por lo menos para mi).

Primero, que quede claro que no existe ninguna relación entre los errores ortográficos y la inteligencia. Y, segundo, si tus errores ortográficos son constantes esto es solo un signo de que te falta leer, culturizarte, y que tu cerebro almacene la forma correcta de las palabras para que el momento que escribas todo salga de manera automática. Digo, el mismo estudio lo afirma. Ahora, si en tus trabajos e informes escribes tal y como lo haces en Whatsapp, entonces estas en serios problemas y nadie creerá que eres inteligente.

Y así como los tres anteriores ejemplos es que la gente va sintiendo que todos sus malos hábitos no habían sido tan malos, que podemos hablar malas palabras porque eso demuestra que sabemos expresarnos, que los niños pueden hacer pataletas porque demuestra que serán personas que no se conforman con nada, que la desorganización de nuestra vida es un signo de una mente brillante que está pensando en todo, que la facilidad de mentir esta en relación directa al intelecto, que los niños pueden abusar de los demás porque demuestra que serán lideres, etc.

Agarramos estudios que dicen una cosa y escribimos al respecto diciendo otra cosa totalmente distinta o mostramos solo la parte que nos conviene. Lo peor es que hay tanta gente con malos hábitos que uno escribe algo bueno del mal hábito y no tarda mucho en volverse viral en las redes sociale. Luego vemos a nuestros niños y jóvenes sacando el pecho porque su mal hábito le dice que será un grande en el futuro… un futuro que nunca llegará, un futuro que nunca verá el éxito.

¿Quieres demostrar que  eres inteligente? Deja de vanagloriarte de tus malos hábitos, deja de buscar excusas para las cosas que haces mal, desecha los malos consejos, ¡y ponte a trabajar!

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