Una lejana clasificación

Un periodista de El Día, en su editorial del 23 de Marzo, dice que «Bolivia debe ser el único país del mundo que conmemora con tanta pompa una derrota militar que se ha constituido en la mayor excusa nacional, que nos ayuda a justificar nuestro atraso y nuestra mediterraneidad mental… hemos perdido territorio porque a nuestros gobernantes jamás les ha interesado el país como un todo y apenas se han preocupado por mantener el poder que heredaron de los españoles para seguir despojándolo de la misma forma que lo hicieron los conquistadores».

¡Creo que tiene razón! Lo peor de todo no es haber perdido territorio, sino que a nosotros (a la mayoría) nos han hecho creer que nos han robado porque somos pequeños e insignificantes.

A tal grado llega este adoctrinamiento, que nos mantiene agachados y dependientes del ‘papá’ estado esperando sus migajas transformadas en pegas y regalos de baratijas, que hasta en el futbol sentimos que nos roban los ‘grandes’… y ayer no fué la excepción.

No podemos entender que 1) el árbitro se equivocó o 2) fue un penal válido. Yo voy por lo segundo y puedo fundamentarlo. ¡No señores! Nosotros los bolivianos estamos seguros que otras selecciones son más atrayentes para la todapoderosa FIFA, como por ejemplo, esos paises africanos que hace unas décadas nadie los conocía (Camerún, Ghana, Nigería)… o esas naciones europeas nuevas más pequeñas en territorio que cualquier de nuestros departamentos (Eslovenia, Bosnia, Montenegro). ¡No! ¡Ellos son más importantes! Definitivamente… ayer nos robaron.

Posiblemente sea hora de que nos demos cuenta que para ser buenos en futbol no basta un mago, hoy llamado ‘bigotón’, que con su toque logre transformar en unos días lo que no pudo ser hecho en años. Posiblemente haya llegado el día en que de una vez por todas dejemos de lamentarnos y pensar que todas nuestras desgracias se deben a lo que los demás hacen, sin darnos cuenta que en realidad lo malo que nos ocurre no es más que el resultado de nuestras pobres acciones en el pasado.

Los ganadores son concebidos como ganadores, educados como ganadores e impulsados como ganadores… y cuando hagamos eso con nuestros hijos y dejemos de adoctrinarlos como pequeños, insignificantes y perdedores… posiblemente hayamos dado el primer paso a una nueva Bolivia y estemos más cerca de gritar gooooool… no solo en un partido, sino en la vida misma.

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